sábado, 22 de septiembre de 2007

MARRANADAS

Autora: MARIE DARRIEUSSECQ . 1969 (Francia)
Editorial: ANAGRAMA,S.A.

Es su primera novela y fue publicada en 1997. Cuenta una historia aparentemente absurda en la que su protagonista, una joven candorosa, desarraigada de su familia, busca trabajo para poder subsistir. Sus pechos turgentes y sus muslos sonrosados, en contacto con las manos del jefe de una cadena de distribución y venta de productos de belleza, le proporcionan trabajo en una perfumería en la que a los clientes se les ofrece, amén de perfumes, ungüentos y cremas de belleza, otra serie de servicios más íntimos, en reservados preparados al efecto, en los que la muchacha, con ingenuidad, alegría y ganas de agradar a todo el mundo, se entrega, sin ningún tipo de traba, a complacer a los clientes en todo aquello que desean, llegando a conseguir ser la mejor empleada del año de toda la cadena de establecimientos.
Poco a poco ve cómo su cuerpo va sufriendo alteraciones que no acierta a comprender pero que acepta sin ningún tipo de trauma psicológico. Estas alteraciones, que aparecen y desaparecen ocasionalmente, son motivo de rechazo para la mayoría de los clientes. Sin embargo, para otros son ocasión de realizar ciertas marranadas que ella, aunque extrañada, realiza gustosamente. Pero las quejas de la mayoría son motivo de despido por parte de su jefe. También Honoré, la pareja con quien vivía felizmente, la echa de casa.
Caminar a cuatro patas, aparecerle seis tetillas y un pequeño y juguetón rabito, retozar en el barro y en su propia porquería se le hace agradable por momentos. Esa ocasional metamorfosis que sufre, que la convierte en cerda, no parece afectarle en exceso ni ofrece demasiada resistencia a ello. Le causa extrañeza pero la acepta con normalidad, se conforma.
Su vida continúa y, tras distintos avatares, conoce a Iván, un licántropo con quien vivirá momentos muy felices hasta que....
La novela pretende ser una sátira de esta sociedad competitiva en la que el indivíduo es un mero número, un ser alienado, mano de obra sin sentimientos, un ser en el que sólo los instintos animales parecen prevalecer latentes. Está contada con cierta vis cómica, aunque resulte despiadada y patética al mismo tiempo.
Llama la atención que, así como el personaje de Kafka, Gregorio Samsa, cuando se ve rechazado por todos, incluída su propia familia, acaba trágicamente dejándose morir de inanición, en el caso que nos ocupa, el personaje (cuyo nombre no se nos facilita, es anónimo como tantos y tantos otros) asume su metamorfosis y el desprecio de los demás con naturalidad, incluso parece ser feliz como cuenta al principio del relato: "...Debo confesar que la nueva vida que llevo, las frugales comidas con las que me contento, este rústico cobijo en el que me encuentro muy a gusto, y la sorprendente capacidad para soportar el frío que descubro en mí conforme se aproxima el invierno, no me hacen añorar los aspectos más penosos de mi vida anterior...."
Parece como si el tiempo que ha pasadao ( 81 años) desde la novela de Kafka hasta esta otra de Marie Darrieussecq haya contribuído a degradar y deshumanizar más a la sociedad en general y al indivíduo en particular a quien ya no importa ser rechazado con tal de poder satisfacer sus necesidades materiales.

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